jueves, 26 de febrero de 2009

Inquietudes inquietantes que no aquietan, el deseo de sentir
aunque siempre agazapado nunca deja de latir
para así seguir siendo deseado.

Quién mantiene el latido de un deseo mutilado?
Será la vida que lo crea para estar avergonzado.
El que mucho desea mucho sufre
Pero quizá el no desear es morir apedreado.

Inquieta vivo para sentirme siempre deseando.
Latir de vida luchando contra de la vergüenza del domado.